Una bella experiencia estudiar en Escocia

¡Hola! Mi nombre es Claudio, de Chile, y me gustaría compartir contigo la bella experiencia que fue vivir y estudiar en Escocia, en el Reino Unido, y cómo el apoyo de Across the Pond me permitió navegar la incertidumbre y el estrés de postular a mis estudios.
 

Decisiones y postulaciones.

Llevaba algunos años con la idea de estudiar en el extranjero, pero no lograba decidirme, hasta que pasaron dos cosas: primero, me enteré de que el Reino Unido tenía un tipo único de programas de magíster en psicología, que admitían a personas que no tenían estudios previos en el área (como yo, que cursé un pregrado en sociología). En segundo lugar, escuché a través de conocidos de Edimburgo, una ciudad que mezclaba una vida estudiantil internacional, la calidad de vida de una ciudad más pequeña (sobre todo en comparación con Santiago, mi ciudad natal) y la posibilidad única de vivir a las afueras de las maravillosas Tierras Altas de Escocia.

Una vez que tomé la decisión, todavía me tomó tiempo poder acotar qué programa de estudios quería seguir y me vi sobrepasado a ratos con las múltiples etapas que tenía el proceso de admisión. A través de un amigo escuché del apoyo que entregan en Across the Pond, y reconozco que me costó creer que fuera un servicio gratuito. Envíe un correo electrónico que me respondieron rápidamente y desde ahí el resto del proceso fluyó sin contratiempos. La profesional de  Across the Pond que me apoyó (con quien tengo infinita gratitud) me apoyo en todo: desde escoger un programa, entregarme la lista de documentos requeridos y ayudarme en su revisión, hasta el proceso de postular a la visa y efectivamente entrar al Reino Unido (que puede ser la parte más desafiante). La verdad es que no sé cómo hubiera manejado este proceso sin el apoyo de Across the Pond y de mi asesora.
 

Edimburgo: la ciudad y la universidad

La experiencia de vivir en Edimburgo y Escocia es realmente única. Solamente caminar por la ciudad es una experiencia mágica, y nunca dejó de sorprenderme mientras estuve ahí. Los edificios históricos de la ciudad antigua, la ferviente Milla Real, las pequeñas calles adoquinadas de Stockbridge, y siempre el imponente Castillo dominando la vista de la ciudad. Es una ciudad lo suficientemente pequeña para que puedas caminar o andar en bicicleta, pero que también cuenta con muchos barrios encantadores para explorar. El puerto de Leith con sus pubs y restaurantes, Bruntsfield con sus cafés y pequeñas tiendas, y las galerías comerciales de Princess Street en la ciudad nueva.

La vida estudiantil de la ciudad es impresionante. Edimburgo cuenta con cuatro universidades, pero el protagonismo se lo lleva la Universidad de Edimburgo, la más grande y prestigiosa. Esta variedad te asegura que siempre hay estudiantes internacionales y muchas actividades disponibles, por lo que es seguro que tendrás una experiencia cosmopolita viviendo ahí. La Universidad de Edimburgo, donde estudié, tiene una vida estudiantil fascinante, con más sociedades estudiantiles (desde whiskey a Harry Potter) y clubes deportivos (desde parkour a artes marciales) de los que podrás explorar en tu estadía.

También tuve mucha suerte con mi programa. El curso es un máster en la Psicología de la Salud Mental y, como mencioné, es un postgrado orientado a estudiantes sin experiencia previa en psicología. Por eso, en mi generación tenía compañeras/os que no sólo venían de todas partes del mundo (lo que me permite hoy la suerte de tener amistades cercanas de países como India, Grecia o Alemania), sino que además de distintas trayectorias profesionales. Esta diversidad hizo que mi experiencia estudiantil fuera aún más enriquecedora de lo que esperaba. Además, el programa contaba con un riguroso equipo de profesores, que lograron en sólo un año entregar una formación excepcional en los fundamentos de la psicología.
 

La naturaleza en tu puerta

Quizás la mayor (y mejor) sorpresa de mi experiencia fue cuan cerca está la naturaleza de Edimburgo, y lo accesibles que eran estos bellos paisajes. En la ciudad siempre estás a pocos pasos de la naturaleza. Los senderos del río Water of Leith atraviesan la ciudad, entregando un excelente refugio del ruido, y el cerro Arthur’s Seat marca el punto más alto de la ciudad, con vistas desde el Mar del Norte hasta los tres puentes que cruzan del Firth of Forth. Los Jardines Botánicos, que son gratuitos, se encuentran junto al parque de Inverleith, permitiendo una vista panorámica al perfil de la Ciudad Antigua y acceso a hermosos bosques que vale la pena visitar en las distinta estaciones. Y que decir si estás dispuesto a tomar un bus o tren, las posibilidades son infinitas: el Parque Regional de Pentlands Hills está justo a las afueras de la ciudad, y cuenta con muchos senderos y cerros para tener aventuras los fines de semana (especialmente recomendadas en días de nieve)

Y no puedo dejar fuera quizás la mayor ventaja de esta ciudad: lo cerca que estás de las Tierras Altas y las Islas de Escocia. Viniendo de Chile, estoy acostumbrado a largas distancias para acceder a la naturaleza. En Escocia, en cambio, las distancias son muy manejables y accesibles por tren (aunque el auto lo hace aún más conveniente). Pasé muchos días y noches caminando, acampando, o simplemente admirando las vistas increíbles de estas tierras. Es difícil exagerar el privilegio que significa tener estos paisajes tan cerca de la ciudad.
 

Posibilidades luego de estudiar

Por último, quería compartir una de las posibilidades nuevas que han emergido para permanecer en el Reino Unido después de estudiar. Tuve la suerte de llegar al Reino Unido el año que se lanzó una nueva visa: la Graduate Visa. Esta visa te permite quedarte dos años en el país (tres si cursaste un PhD) y trabajar sin necesitar de visa de trabajo. Es fácil postular a ella, y a mí me permitió seguir dos años más en el país que tanto estaba disfrutando. Luego de estudiar pude trabajar como barista en un café de Edimburgo, que fue muy agradable después de tantos meses de investigación frente a mi computador. Luego, me cambié a la ciudad de Glasgow, donde trabajé en una fundación apoyando a personas en situación de calle en su transición a viviendas definitivas. La experiencia de trabajar en una fundación escocesa fue un gran complemento a haber estudiado en el país, permitiéndome profundizar mi práctica del inglés y adquirir nuevas herramientas profesionales que hoy traigo de vuelta a mi país de origen. Además, fue una muy enriquecedor poder vivir en otra ciudad del país. Glasgow es la ciudad más grande de Escocia (y una de las más grandes del Reino Unido) y es un importante centro de artes, música y amantes de la naturaleza. Es una ciudad que recomiendo de todas maneras, ya sea para una visita, conciertos, caminar por sus parques, y por supuesto para vivir en ella.

La experiencia de vivir y trabajar en Escocia, mientras podía además recorrer sus maravillosos paisajes naturales, ha sido una de las experiencias más transformadoras de mi vida. Estoy muy agradecido por la posibilidad que tuve de vivir esta experiencia y, entre las muchas personas con las que estoy agradecido, Across the Pond tiene un rol importante: las primeras etapas luego de tomar la decisión de estudiar en el extranjero pueden ser las más desafiantes, con infinitas opciones de programas y muchísimo papeleo. El acompañamiento de mi asesora de Across the Pond  fue clave para apaciguar mis miedos iniciales y lograr cumplir este sueño.

-Claudio